El versículo de hoy revela la alegría de ser un dador alegre que sacrifica lo mejor por el honor y la gloria de nuestro Señor Jesús. Pídele a Dios que te ayude a vaciar el perfume de dulce actos de amor que llena el cielo con la fragancia de Jesús.
María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. —Déjala en paz —respondió Jesús—. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura. Juan 12:3,7 NVI
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